Después del puente y junto al río, con el murmullo de las aguas, la “Quinta d’Além da Ponte” se destaca por su todo. El río, los árboles, las hiervas, las flores, la naturaleza bien cerca. Los sabores llegan a la mesa a medida del apetite, siempre bien sazonado, hasta aparecer la ternera asada, el cabrito asado o el bacalao con migas. La conjugación entre el paisaje, la decoración tradicional, la comida exquisita y la atención personalizada, dejará en usted el deseo de volver.