Por debajo de las sombras de los olivos, se extiende un jardín que invita a la calma. El rústico de la decoración condice con la tradición en la que se sazonan los platos más típicos de la región. Junto a la carretera municipal 224-1, hacía Arouca o la Sierra da Freira, es un buen punto de parada, si es su deseo conocer un poco más nuestra gastronomía.